miércoles, 2 de marzo de 2011

Eurovisión

    La luna del febrero número veintinueve de mi historia ha brillado de una manera muy distinta a la que me tenía acostumbrado, una noche en la que se me han saltado las lágrimas que, aunque no hacía mucho había sacado a relucir, esta vez salían vestidas de gala, brindaron con mi furia más feliz hasta al amanecer y no perdieron la oportunidad de llorar de felicidad en el hombro de mi escepticismo.


   Los que me conocéis sabéis que a mí eurovisión siempre me ha parecido... lo que es, pero este año es como esa luna de la noche del 18 de febrero que acabamos de pasear, es muy diferente, y aunque se han encargado de hacer lo posible para no perder el instinto de caza por la audiencia que tiene la televisión de este país (la pública también), he logrado verlo con otros ojos, los mismos pero distintos con los que mucha gente los ha visto, simplemente porque se respiraba una oportunidad única para alguien que lleva apostando a una carta todo lo que nadie se imagina, sólo los que moriríamos por vivir de esta manera, haciendo música, lo podemos llegar a comprender; esta vez el diler que solía repartir cartas para ganar y perder, entregó un ás de la forma más inesperada, la manera de jugarlo fue... sutil, inteligente, genial!, fue ganador, que no todos lo son, no todos ganan tan enteros.

   Tenía la esperanza, aunque desconfiada de que esta vez sería justo embriagar la cordura y que si se cumplía, sería la patadita perfecta para seguir avanzando en un mundo tan injusto, donde tantas veces lo real se viste de imaginario y que muy contadas veces ocurre lo opuesto, pero esta vez lo que nadie imaginaba se ha convertido en realidad y no saben lo feliz que me hace porque conozco a Lucía como si fuera mi hermana y sé lo mucho que le ha costado llegar a cumplir un sueño que llevaba 25 años gestando, porque con esto se nace, y aunque creo que ha llegado en el momento preciso también puedo decir, que ya era hora!.

   Quería apuntar también al margen que, como aprendiz de un oficio tan jodidamente solitario que muy poca gente conoce y que seguramente por eso no se valora lo suficiente y lo que todavía es peor, que lo siguen tratando como un trapo sucio, como digo, como aprendiz del oficio de escribir canciones la verdad es que me siento un poco dolido por esa aparente inspiración inacabada que respiraron las canciones de eurovisión, a mi modo de ver no es justo, porque sé que en este país existen autores que hacen canciones, también para eurovisión, pero canciones, y como a mí me gusta indagar he sabido de buena tinta que para alguno de los creadores que han sido seleccionados, atención!: es un hobbie, ¿Qué les parece?, sí a mí también se me formó dolor de barriga pero ya se me está pasando, me pregunto que cara se le quedaría a un albañil de profesión si por ejemplo un funcionario se pone a hacer una casa, cobra por ello la deja sin ventanas y dice: no, sólo lo hago en mis ratos libres, es que me gusta la albañilería, pues eso…, un despropósito.

  Volviendo a lo que interesa, lo más importante es que lo ha conseguido, estar ahí no es nada fácil, y lo que más me entusiasma es que Lucia Pérez ya no se esconde de nada ni de nadie que dice lo que piensa (aunque eso siempre lo ha hecho) y que dispara su verdad a la cara de quien sea, aunque sea un experto en pajaritas, (en eso se parece demasiado a su hermano) y que con su forma de ser, su voz, su media naranja artística, Chema Purón y sobre todo, con ese algo que no se sabe que es y que no mucha gente posee, la harán mucho más grande de lo que ya es, acuérdense, esto es un proceso lógico, y la lógica por lo general si la aplicas tiene premio, tiempo al tiempo señores.

 Ahora, sólo queda seguir trabajando.

miércoles, 12 de enero de 2011

Cuando me puse a pensar

Hoy más que nunca quizás, por la que está cayendo o por la que están levantando, creo que como cualquiera, con un mínimo de coherencia intelectual, me siento en la obligación de ser o sentirme libre; donde, cuando y como me dé la gana, y aunque esta frase no acaba en punto y final, admito que no pido nada extraño o quizás sí, depende de quien sea el lector y de su interior personal.
Simplemente escribo la primera entrada en mi blog para recordar que "En mi casa no hay nada prohibido", que no me gusta y nunca me ha gustado la palabra "prohibir", suena a autoritarismo.
Tengo la impresión de que nos están haciendo un traje a su medida y aunque es algo que me atrae en la misma medida que me dá pánico, habrá que ajustarse ese traje al culo de la incoherencia.
No hablo con nostalgia del tabaco, ni mucho menos, yo seguiré adquiriendo mi dosis necesaria que no es mucha, en un bar, en un estanco o en mi huerta, además y sin perder el hilo quiero decir, que siempre he preferido un buen sorbo de zumo de grifa al whiski envenenado de algunos locales de ocio (eso también debe de estar prohibido mirarlo), y tambien prefiero el humo de alguna especie herbácea que me conozco a la salud alquitranada que regala Philip Morris (shh! ahí no se toca).
Con esto sólo busco dar mi opinión y que cada cual piense lo que dice uy! perdón, quería decir que diga lo que piensa, que para eso estamos en un país libre, o.... no?.