miércoles, 12 de enero de 2011

Cuando me puse a pensar

Hoy más que nunca quizás, por la que está cayendo o por la que están levantando, creo que como cualquiera, con un mínimo de coherencia intelectual, me siento en la obligación de ser o sentirme libre; donde, cuando y como me dé la gana, y aunque esta frase no acaba en punto y final, admito que no pido nada extraño o quizás sí, depende de quien sea el lector y de su interior personal.
Simplemente escribo la primera entrada en mi blog para recordar que "En mi casa no hay nada prohibido", que no me gusta y nunca me ha gustado la palabra "prohibir", suena a autoritarismo.
Tengo la impresión de que nos están haciendo un traje a su medida y aunque es algo que me atrae en la misma medida que me dá pánico, habrá que ajustarse ese traje al culo de la incoherencia.
No hablo con nostalgia del tabaco, ni mucho menos, yo seguiré adquiriendo mi dosis necesaria que no es mucha, en un bar, en un estanco o en mi huerta, además y sin perder el hilo quiero decir, que siempre he preferido un buen sorbo de zumo de grifa al whiski envenenado de algunos locales de ocio (eso también debe de estar prohibido mirarlo), y tambien prefiero el humo de alguna especie herbácea que me conozco a la salud alquitranada que regala Philip Morris (shh! ahí no se toca).
Con esto sólo busco dar mi opinión y que cada cual piense lo que dice uy! perdón, quería decir que diga lo que piensa, que para eso estamos en un país libre, o.... no?.